18 de julio de 2015

El Encuentro


    
   
        No se quien soy ni a donde estoy. Me siento una completa extraña habitándome, una extranjera sumergida en una existencia desconocida que tiene la necesidad apremiante de buscarse. Me propongo entonces un solitario viaje dentro de este cuerpo, deseando con ansias encontrarme. Cierro los ojos y comienzo el recorrido adentro mío.  La soledad, sigue siendo una intrusa que me acompaña pero, aunque deseo evadirla cada vez que se acerca a fastidiarme, ella insiste con quedarse. Temo no llegar a tiempo, hasta que recuerdo que no hay distancias estipuladas para este trayecto. Miles de pensamientos se desprenden de mi mente, buscando con audacia distraerme, pero continúo caminando por este sendero de emociones que va encendiendo poco a poco sus luces. Ahora la realidad es sólo un espejismo de la verdad, que va acercándose a este espacio sin principio ni final.
         El sendero vuelve a oscurecerse, pero no puedo detenerme, es momento de conocerme. Me resulta tan extraño y a la vez tan conocido este sitio y aún así sigo sin saber a dónde me dirijo. Hasta que el tiempo se disuelve en un sosiego eterno y es ahora cuando me veo, y es entonces cuando comprendo. Aquí es donde habito, en la simpleza absoluta de la inocencia desnuda. Ya no existen dudas. Aquí es donde estoy, en la pureza de la esencia que me perfuma. No puede haber objeción alguna. Aquí es donde reposo, en el manto armonioso de un silencio melódico. Nada es más sagrado que este lugar y es aquí donde me encuentro, descubriendo a la felicidad en lo más imperceptible de la inmensidad. Ahora creo en los milagros. No importa el cuerpo ni el momento, soy yo. Aquí es donde vivo, en la claridad profunda de mi alma traslúcida. 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que capacidad de expresión a partir de una imagen retratada. El texto expresando la situación de esta persona inmersa en su yo más expresivo y desafiante. Perfecto, excelente y sutil. Felicitaciones. Saludos.
Federico Espínola.

Anónimo dijo...

El mensaje de simpleza y pureza, realzada en su expresión mas sublime, en este texto, genera en mi la sensación de una transparencia absoluta.

Felicitaciones María Laura.

Slds. Nov. Fernando Suarez, desde La Havana - Cuba.